Es muy común en el ambiente del béisbol profesional que el lanzador trate de desorientar al bateador enviando lanzamientos imprecisos en los primeros intentos. Esta táctica lleva al bateador profesional, atleta altamente entrenado para pegarle a bolas de mucha velocidad, a una suerte de confusión mental que provoca (a menudo) que el equipo al bate en ese momento sea neutralizado.
Los humanos son los únicos seres del planeta que distribuyen mentiras entre ellos mismos.
Estamos en las primeras de cambio pero no es un juego de béisbol. Se trata de la más absurda operación globalista para el control del ser humano y sus necesidades. La salud resulta ser un excelente instrumento para controlar a la gente utilizando el miedo y Washington D.C., como siempre lo he sostenido, es uno de los centros de poder mundial que ostenta su supuesta superioridad moral, pero que claramente no la tiene.
Siguiente capítulo de esta novela del terror: los niños.
Ayer un «eminente» científico de Washington D.C., el Dr. Eric Ding, hizo pública lo que pareciera ser una nueva teoría de la conspiración, un nuevo capítulo de miedo colectivo, acerca de la presencia de SARS-CoV2 en los intestinos de niños. No se trata de afirmar tajantemente que la afirmación de Ding sea falsa. En verdad el asunto que todo el mundo debería preguntarse es: ¿por qué se dan cuenta tan tarde?
¡Y vaya casualidad! El anuncio de Ding se da justo 24 horas antes de que la emisora globalista CNN anunciara mundialmente LAS NUEVAS RECOMENDACIONES SOBRE LA PREVENCIÓN DEL CORONAVIRUS. En consecuencia, por ejemplo, la desinfección de superficies ya no será necesaria según citas del propio Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Desde hace un buen tiempo no solamente yo vengo observando retardos un poco atípicos en la «consecución de nuevas evidencias». También lo han observado profesionales del mundo de la medicina. Por alguna extraña razón, estos entes que se autoconsideran superiores, organismos internacionales, con todo el dinero, personal especializado y equipo tecnológico disponible, siempre llegan tarde a cosas aparentemente obvias. O ellos no sirven para las tareas, o la demora es a propósito. En cualquiera de los dos casos es un peligro para todos.
Pero lo más alarmante en esta nueva ola de generación de terror, es utilizar a los niños como el próximo objetivo de la maniobra mundial. Se preguntarán algunos: ¿Para qué? Es obvio que querrán inyectar en niños estos materiales experimentales (mal llamados vacunas de AstraZeneca, Sputnik, J&J, Moderna etc). Evidentemente estos sociópatas globalistas de la OMS, de Washington D.C., de City of London y todas las monarquías europeas, se han dado cuenta que todavía hay muchas familias que no tragaron el cuento de terror.
Mucha gente no acepta las pseudoverdades que estos borregos intelectuales propagan con la intención de arrastrar a todos en la histeria colectiva. Por lo tanto, en los meses venideros veremos un constante cambio de narrativa cada cierto tiempo, y no será con el propósito de mejorar la salud mundial. Será para crear la suficiente confusión como en el béisbol, con tal de lograr su cometido en este juego macabro: IMPLEMENTACIÓN GRADUAL Y PROGRESIVA DE AGENDA2030 de NACIONES UNIDAS.
Los borregos intelectuales tienen tanto miedo como los borregos comunes.
A pesar de la extensa explicación dónde él mismo afirma que el estudio del coronavirus sería mejor enfocarlo desde el aparato intestinal (puntualmente las heces) el borrego intelectual de Washington D.C. muestra abiertamente el miedo en sus cuentas de redes sociales. Irónicamente Dr. Ding sugiere el uso de mascarillas aunque él mismo afirma que el foco principal de contagio no es el tracto respiratorio. Yo le preguntaría a esta lumbrera:
¿No sería mejor ponerse la mascarilla en el trasero Dr. Ding? Bueno, ahora pensando mejor, por definición ya estaríamos protegidos de manera doble, por llevar ropa interior y pantalón ¿o no? Porque no lo digo para contradecir, al contrario. Lo digo precisamente para tratar de seguir la corriente de este borrego intelectual que trabaja para una de las más grandes corporaciones mundiales: el temido y peligroso Washington D.C.
Y mientras tanto ¿qué sucede con la gente?
Por un lado China ya venía haciendo pruebas PCR metiendo isopos en el ano de los viajeros mientras los vídeos de indignación se propagaban por las redes desde hace varios meses. Por el otro, ahora llega una lumbrera de Washington D.C. a «confirmar» algunas sospechas según ellos. Al final las personas que investiguen tendrán buena oportunidad de desenmascarar este nuevo ataque de los borregos intelectuales en su mayoría globalistas ya sea chinos, estadounidenses, londinenses, rusos o dónde quiera que estén residenciados. Esta vez le tocó el turno al llamado Dr. Eric Ding, pero seguramente aparecerán más en la escena pública.
En contraposición, las personas que no investiguen a fondo, serán llevadas por el camino del pastoreo tal como ha sucedido desde el mes de enero del año 2020, momento en el cual hemos cruzado la línea de la locura, la histeria colectiva, el pánico por el vecino, el terror por la aglomeración de las masas. ¿Y todo esto por qué? Puntualmente por un agente que nadie ha visto de forma directa.
Muy extraño que a pesar de los avances tecnológicos en materia de óptica de refracción y reflexión, somos capaces de ver los cuerpos celestes más lejanos del universo a millones de kilómetros (órdenes de magnitud sobre 109 a 1012 metros) pero increíblemente no somos capaces de ver una partícula del tamaño de una décima parte de un micrómetro (10-6 metros) teniéndola justo frente a nuestras narices o en las heces, como sugiere nuestro nuevo borrego intelectual el Dr. Eric Ding.
Así que mientras la OMS (es decir Naciones Unidas) dice desde el pasado año que no sería necesario usar mascarilla a menos que tengas algún síntoma y mientras a Dr. Fauci, la «autoridad» más apreciada tanto por políticos republicanos como demócratas en Estados Unidos, se le ve alegremente en un estadio de béisbol sin mascarilla, los borregos intelectuales como el Dr. Ding se la pasan en redes diciendo que evitan estar con personas que no usan mascarillas. Entonces Dr. Ding: ¿no podrá hablar más cara a cara con Dr. Anthony Fauci?
Y ni hablar del Dr. Geert VanDen Boscche, un belga que según la información de la red linkedin ha trabajado en casi todas las corporaciones globalistas incluyendo la poderosa Gavi y la fundación Bill y Melinda Gates. Se pasó todo el año 2020 en silencio y de pronto en marzo 2021 abrió una cuenta de Twitter y publicó mensajes de «extrema preocupación por lo que está ocurriendo«.
De la noche a la mañana empiezó a «alertar» al mundo de los peligros de vacunar con estos nuevos inventos en momentos de supuestos picos de pandemia. Dice no estar en contra de la vacunación, apenas hace ciertas precisiones acerca del momento oportuno para vacunar. Otro extraño «guru» que aparece en el tapete público justo en el momento en el que la gente se comienza a despertar del engaño globalista. No solo eso. Extrañamente los vídeos publicados en Youtube del Dr. Bossche no son censurados…¡vaya cosas se ven en la viña del Señor!
¿Por qué tan tardía el pronunciamiento del Dr. Vanden Bossche? Tanta agilidad mental, tantos títulos, un impresionante currículum y se pasa más de 1 año esperando para alertar al mundo? Y dicho sea de paso. Alertar cuando ya los gobiernos decidieron implementar el plan macabro impulsado por su ex-jefe Bill Gates, no es alertar, no sirve de mucho para lo que vendrá. Cuando mucho es una mirada por el retrovisor ante un hecho ya ocurrido, es decir historia, tiempo pasado Sr. Vanden Bossche.
¿Casualidades o causalidades?
¿Crees que toda esta confusión y retardo causado por «eminencias científicas» de un país es mera casualidad? Estoy seguro que no. Claro que los que me lean pueden pensar diferente, pero recuerden que por ejemplo Europa hoy es aún la sede de muchas monarquías que, contrariamente a lo que muchos pueden pensar, todavía saben como se bate el cobre cuando de poder y control se trata. Y por si fuera poco Estados Unidos es la principal vitrina del béisbol, dónde el lanzador siempre tratará de engañar al bateador en las primeras de cambio para tomar ventaja.