La descomposición social en una ciudad o país empieza con la complicidad de sus gobernantes, personajes que por obtener popularidad permiten todo tipo de corrupción como de actos vandálicos en nombre de la igualdad y la equidad.
“El socialismo es sinónimo de anarquismo y corrupción”
El socialismo viene tocando las puertas en todas las ciudades de América latina, intentando penetrar sus nefastos tentáculos para destruir todo a su paso, haciendo nichos de personas pusilánimes y miserables; dejando la tierra arrasada para que nazca el hombre nuevo de la revolución, ese individuo que lo único que trae consigo es odio y rencor.
La capital de Colombia se ha convertido en cuna de desadaptados gracias a la complicidad de la socialista Claudia Nayibe López Hernández a la que la sociedad bogotana le otorgara el puesto mayor de la ciudad.
La abandonada Bogotá… Hoy vemos una ciudad triste y temerosa, una ciudad cuyo bello centro histórico se convirtió en calles llenas de pordioseros, drogadictos, delincuentes y prostitución, la Bogotá señorial ya no existe, en ella ahora se respira terror y desilusión.
En la capital de Colombia se ve como la descomposición empieza desde sus afueras hasta lo más alto del Cerro de Monserrate, la complicidad de sus autoridades ha permitido que la anarquía se adueñe de sus frías calles.
El socialismo le está haciendo mucho daño a la capital de Colombia, en ella desde la llegada de la señora Claudia Nayibe López Hernández como alcaldesa de Bogotá, se respetan más a los antisociales y desadaptados sociales que a la misma autoridad, como a los responsables de poner el orden público, dejando a la merced del hampa al ciudadano decente y trabajador.
La abandonada Bogotá, se convirtió en cuna de mafias organizadas, aupadas por grupos guerrilleros como las FARC, el ELN y la camaleónica del M-19, todo esto está orquestado desde la actual admiración, administración que permite marchas que lo único que logran es crear el caos y destruir todo a su paso.
Los bogotanos de bien debemos ponerle coto a esta terrible situación, no se puede permitir más que la capital de los colombianos termine convertida en una escuela de delincuentes y de socialistas resentidos, como bogotano pido el revocatorio para la actual alcaldesa.
Bogota necesita urgente que el presidente de la república el señor Iván Duque Márquez le ponga orden, con la autoridad que le concedió la sociedad colombiana haga respetar los derechos de los ciudadanos, eliminando las bandas organizadas, como el narcotráfico que hoy tiene a los bogotanos azotados con sus constantes tiroteos.
No se puede olvidar la frase con la que el presidente Iván Duque Márquez comprometió su palabra ante los colombianos “El que hace, la paga”.
Señor presidente Iván Duque Márquez llegó la hora de que cobre los desmanes de los desadaptados colombianos, como de sus ministros, gobernadores y alcaldes, la corrupción, la delincuencia y el socialismo en un gobierno decente no tiene cabida señor presidente.
“Los ciudadanos de bien no pueden permitir en su propio patio el asqueroso comunismo”