Para bien o para mal, las promesas siempre tienen consecuencias. Particularmente, las promesas políticas que un «Dios» no cumplió pudieran convertirse hoy en desgracias para sus protegidos y por demás pudieran traer consecuencias nefastas para el futuro de la región. No me malentiendan. Haciendo un análisis retrospectivo, si tomamos la Biblia como un libro de historia más que un mero libro de religión, es probable que detectaremos algunas cosas interesantes.
Un claro ejemplo está representado en el protector de Israel -Yahweh / Jehová- quien no pudo cumplir la promesa hace 4000 años (Génesis 15:18). Cuenta el relato que en aquel momento, a razón de la alianza, le prometió a Abraham una gran extensión de territorio desde el río Nilo hasta el río grande Eufrates, alianza efectuada luego de sacarlo de tierras Sumerias de Ur de Caldeos (hoy extremo oriental de Iraq). Desde aquel tiempo muchos israelitas dogmáticos devotos a su Elohim de nombre Yahweh (Elohim mal traducido como Dios en la tradición occidental) e incluso israelitas no tan devotos, han añorado de cierta manera la materialización del proyecto Gran Israel (ver foto).
Los siglos pasaron, Asirios, Babilónicos, luego el Imperio Romano, muchos pasaron por esos territorios. Finalmente llegó la era moderna y lamentablemente la promesa de Yahweh, aquel protagonista bíblico del Antiguo Testamento, tampoco se ha cumplido en el siglo XXI.
Gaza un gran problema para los grandes reinos e imperios
Independiente del favoritismo político que tengas, no cabe duda que Gaza ha sido desde tiempos remotos un gran problema para los grandes conquistadores de la historia. Tanto es así que en el relato bíblico, muy temprano en los primeros capítulos, aparece en Génesis 10:19 justo después del evento diluviano cuando la descendencia de Noé se abrió paso en la región, ocupando parte de los territorios de la zona.
Si lees atentamente, te darás cuenta que Nemrod (o Nimrod, nieto de Cam y bisnieto de Noé) con sus descendientes fueron de los primeros en ocupar sitios aledaños a la franja de Gaza. Nemrod descrito como un gran cazador, fue un tipo muy fuerte que tuvo las agallas de fundar varias ciudades entre ella la famosa Babel y se atrevió a desafiar a varios de los «dioses» descritos en las escrituras antiguas. Por supuesto en el relato bíblico, desde la óptica rabínica de Israel y también en la interpretación de la doctrina católico-romana, es descrito como el malo del paseo, mientras que para los filisteos el significado es otro. Claro está, no sobra aclarar: de los descendientes de Nemrod se engendraron los filisteos.
La óptica desde donde se mira es importante.
En el relato bíblico, desde la Génesis, Deuteronomio , Números y hasta Josué, se hacen muchas referencia a Gaza, se describen asuntos muy interesantes por cierto. Asuntos que si los miras desde el dogma de Israel pueden sugerirte una cosa, pero si se miran desde la óptica histórica de pronto sugieren otras cosas.
Continuamente, ej. Números 13, se refieren a tierras habitadas por los descendientes de un tal Anaq (los Anakim en hebreo) personas descritas en las escrituras como raza de gigantes o gente grande. Yahweh – Jehová envía una comitiva de israelitas a vigilar desde las montañas a los filisteos (sobre la franja de Gaza). Al cabo de varios días los enviados regresan con bastante miedo y relatan un asunto complicado para la Israel de Yahweh precisamente porque el temor de enfrentar a estos pueblos era siempre superior a las ganas de hacer cumplir la promesa.
Más adelante en Deuteronomio cap. 9, Yahweh decide arbitrariamente atacar a los hijos de Anaq, los Anaquitas. Mientras tanto los israelitas le hacen caso porque no tienen otra opción; si se niegan Yahweh los castigaría, nadie rechazaba una orden de este personaje sin sufrir una consecuencia trágica. Siendo así Israel hace caso, pero aún con mucho temor de lo que pueda ocurrir. En Deuteronomio 2 vuelven a mencionar personas grandes como los refaítas. De hecho, en varios pasaje bíblicos en los libros de Crónicas se mencionan este tipo de personajes con una extraña particularidad: 6 dedos en cada articulación.
¿Qué hay después de 4000 años?
El caso es: han pasado 4000 años desde la inicial promesa hecha a Abraham, promesa que continuó haciéndose a las generaciones posteriores, como Moisés, luego Josué, luego David. . . y todavía no se materializa. No solo eso. En nombre de una fidelidad a supuestos dioses, millones de personas han muerto por el control de esos territorios. Pero lo más extraño: ¿qué clase de Dios para cumplir la promesa que había hecho, debe enviar a los suyos a morir? Un poco raro el accionar de estos dioses.
En el siglo XXI Israel cuenta (evidentemente) con mejor dotación tecnológica, al menos si lo comparamos con el relato bíblico, donde enfáticamente los israelitas se daban cuenta que los pueblos de la actual franja de Gaza (Gath, Gaza, Ekron, Ashkelon, and Ashdod) tenían carros de metal que eran muy superiores al armamento de Israel. ¿Y mientras tanto que hacía Israel? Para igualar fuerzas contra el enemigo se veía obligado a refugiarse en las montañas para imposibilitar el accionar de esos pesados carros usados por los filisteos quienes además tenían gente grande en sus líneas de defensa.
No sobra mencionar que los filisteos han sido un pueblo muy resistente. Hasta el Imperio Asirio conquistó esos territorios de Gaza pero pronto fueron retomados gracias a insurrecciones, la misma suerte le ocurrió a otros conquistadores.
En todo caso, independiente de tus creencias científicas o no, religiosas o no, independiente si consideras el relato bíblico dentro de la factibilidad histórica o no, aquí te dejo una curiosa revisión publicada en la Librería Nacional de Medicina del Instituto de Salud de Estados Unidos, donde incluso hacen un interesante análisis de un posible desorden genético, gigantismo hereditario de Goliat en la población bíblica de Gath, nuevamente en los alrededores de la franja de Gaza.